No podrás creer cuánto pesaba el primer disco duro de la historia

A día de hoy no nos imaginamos como eran las cosas del pasado, sino que tenemos en mente como, por ejemplo, un disco duro es algo cada vez más pequeño y fácil de manejar, sin embargo, hubo un día donde se creó el primero, y precisamente no era muy parecido a lo te estás imaginando. Hoy puedes llevar un pendrive con 1.000 videos en tu pantalón, de aquellas no podrías llevar ni uno solo sin ayuda de alguien.

Su creador fue IBM, en el año 1956, y lo llamaron Ramac I.

Más grande que una nevera

Sí, lo que lees, era más grande y pesado que una nevera. Exactamente medía 1.52m de ancho y 1.72m de alto, y su peso excedía los 1.000 kg. Una auténtica barbaridad.

Su mecanismo tampoco era sencillo, brazos mecánicos movían los discos para poder juntar y leer la información. Estaba formado por 50 de estos, compuestos de aluminio y óxido de hierro.

5 Mb de capacidad

Exacto, tenía una capacidad que a día de hoy no nos serviría ni para almacenar 2 canciones, y sin embargo, pesaba más que 5.000 móviles juntos.

Te preguntarás entonces para que se utilizaba. Pues resulta que, aunque nos parece muy poca memoria, 5mb servían para almacenar unos 5 millones de caracteres, y la máquina conseguía acceder a todos ellos en aproximadamente medio segundo, por lo que para la época (1956) era un gran logro. Imagínate a un médico poder consultar toda su guía, aunque fuese solo con palabras. Eso sí, cualquiera se imagina ese armatroste en una consulta. Pero sus utilidades te las puedes imaginar, cuando de aquella no existía ni habían probado otra cosa.

Su salida al mercado fue brutal, sobre todo por grandes empresas que querían acceder a sus datos de esa forma tan fácil para aquel entonces. Era una computadora completa, no solamente el disco, y se alquilaba por 3.200 dólares mensuales. Una barbaridad que aún así tuvo más de 1.000 clientes en esos primeros años.

Antes de su invención, el almacenamiento de datos se hacía en tarjetas perforadas y cintas magnéticas, lo que era extremadamente lento y requería mucho espacio.

En resumen, el primer disco duro Ramac I no solo fue un hito importante en la historia de la tecnología de almacenamiento de datos, sino que también sentó las bases para la creación de dispositivos más pequeños, rápidos y eficientes en el futuro. A día de hoy ya almacenamos casi todo en la nube y no necesitamos el uso de aparatos externos, pero si no hubiera sido por inventos como este, posiblemente hoy no estarías leyendo esta nota.