Estos son los animales que pueden reconocerse en un espejo

Los seres humanos no somos los únicos que podemos reconocernos en superficies reflectantes. Otros animales pasaron con éxito la prueba del espejo.

Los curiosos experimentos que ponen a prueba la capacidad de los animales para reconocerse a sí mismos en un espejo comenzaron desde la década de los 70.  En aquella época, un grupo de chimpancés fueron los primeros en ser sometidos a las pruebas.

Con el fin de comprobar si estos primates estaban dotados con esta habilidad de reconocimiento, los científicos indujeron el sueño a cuatro chimpancés. Mientras dormían, los investigadores marcaron a los animales con un tinte rojo. La idea era que, al despertar, estos reaccionaran de alguna forma que hiciera ver que estaban detectando el cambio.

El equipo que realizó el experimento vio que la especie elegida cumplió con las expectativas, pues conforme los chimpancés se iban viendo frente al espejo, se examinaban las zonas marcadas.  En aquella ocasión, esto sirvió como indicador para concluir que los primates elegidos abrían la lista de los animales que pueden reconocerse en un espejo.

¿Qué otras especies se reconocen frente al espejo?

Los primates han demostrado ser un grupo bastante fuerte, en lo que refiere a sus capacidades para reconocerse en un espejo.

Además de los mencionados, los orangutanes y bonobos pasaron la prueba. Algunas especies de monos también logran verse y saber que son ellos.

Fuera de los primates, el elefante asiático, el delfín y las palomas son otros ejemplos. De hecho, estas últimas han demostrado que, tras periodo de acondicionamiento, más animales podrían estar aquí.

Sin embargo, los resultados de muchos estudios, sobre esta línea han demostrado disparidades, por lo que los científicos se preguntan si este podría ser un buen indicador para comprender mejor la cognición animal.

«MUCHOS ANIMALES NO APRUEBAN», DIJO A LIVE SCIENCE FRANS DE WAAL, PRIMATÓLOGO DE LA UNIVERSIDAD DE EMORY. “NECESITAN AUTOINSPECCIONARSE UNA MARCA VISUAL DELANTE DE UN ESPEJO SIN NINGÚN TIPO DE ENTRENAMIENTO NI RECOMPENSA. TIENE QUE SER ESPONTÁNEO. LA MAYORÍA DE LAS AFIRMACIONES DE LA BIBLIOGRAFÍA NO SE AJUSTAN A ESTA DESCRIPCIÓN».

Fuente: National Geographic